A Sacerdote le eliminan su blog, twitter y facebook por quejarse de los confesores vaticanos

Traducido de la web Novus Ordo Watch
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Confesores en la Basílica de San Pedro, jugando a juegos electrónicos, leyendo periódicos, mientras confiesan- 

Un Sacerdote es silenciado
El sacerdote chileno Felipe Herrera Espaliat 
Les hemos estado diciendo desde el principio que la nueva "misericordia" de Francisco es una farsa. Recientemente, un joven sacerdote chileno lo descubrió  de una manera penosa: En cuatro ocasiones distintas, mientras buscaba a un confesor para recibir el sacramento de la penitencia, se encontró con los "sacerdotes" escuchando sus confesiones haciendo otras cosas al mismo tiempo: corrigiendo un texto escrito, jugando a juegos en sus teléfonos, leyendo el periódico, etc. - y tres de estos incidentes tuvieron lugar en la basílica de San Pedro en el Vaticano! 


Un confesor no quiso dejar de hacer su Sudoku ante la petición del sacerdote, otro tuvo que dejar de leer el Daily Mail en su smartphone mientras le escuchaba, después de él pedírselo, y otro jugaba a un juego electrónico en su teléfono mientras atendía la confesión, esta vez en la catedral de san Patricio en NY)
El sacerdote diocesano de la archidiócesis de Santiago de Chile explicó que se sintió alentado a expresar su crítica después de leer una carta del Papa Benedicto XVI. En 2010, en relación con la revelación de escándalos de abusos graves en la iglesia irlandesa, Benedicto había advertido contra la abstención de la crítica por una "mal dirigida preocupación por la reputación de la Iglesia conducida a evitar el escándalo."

Así, el 1 de mayo de 2016, el presbítero desconcertado escribió y publicó en su blog personal una carta abierta al "Papa" Francisco para llamar su atención sobre estos problemas para que pudieran ser corregidos. Esto fue informado por Petra Lorleberg de la web austríaca kath.net el 2 de mayo.
Por supuesto, no pasó mucho tiempo para que sus superiores tomaran medidas: En el plazo de 24-48 horas, todo el blog del sacerdote desapareció de internet, y fue suprimida su página de Facebook y su cuenta de Twitter se cerró también. 
Uno sólo puede preguntarse si a este hombre se le dijo que incluyera esta pequeña indiscreción en su próxima ... uh ... confesión. 

En cualquier caso, el mensaje es claro: Bienvenido a la nueva "misericordia"!